Inauguran la primera planta de biodisel de algas a escala industrial
Oil Fox producirá 60.000 toneladas de combustible desde la planta de San Nicolás que inaugurará en menos de 60 días.
La primera planta en el mundo de producción de biodisel a base de algas en escala industrial ya que es una realidad en la Argentina. En menos de 60 días, la empresa Oil Fox inaugurará su invernadero y procesadora en la localidad bonaerense de San Nicolás con capacidad para producir unas 60.000 toneladas anuales de biodisel de algas, lo que lo convierte en el único proyecto con este grado de avance.
El emprendimiento en asociación con la empresa coreana Neneka S.A. demandó una inversión superior a los 8 millones de dólares y se desarrolló en el Parque Industrial Comirsa, de San Nicolás, cuya producción será exportada a Europa a través del puerto local.
Las obras próximas a concluir abarcan los invernaderos de algas, la planta de extracción de aceite y de producción de biodisel, los depósitos. La innovación tecnológica lleva años de investigación para la empresa que ya en 1997 concretó la primera demostración de la utilización de biodisel.
Jorge Kaloustian, presidente de Oil Fox-Neneka, destaco que El proyecto lleva adelante El concepto de “energía más alimento” ya que el ciclo de producción excede la obtención de biodisel y permite lograr de sus desechos una “pasta” que es un suplemento dietario de gran consumo en los países orientales y de rentable comercialización. Además, al cultivar las algas se logra la captura de unas 200.000 toneladas mensuales de dióxido de carbono (CO2) que emite la cercana Central Térmica de San Nicolás –que llegará por un ducto hasta los invernaderos de Oil Fox- y la transforma en oxígeno.
En una segunda generación de investigación del proyecto, se logró una digestión anaeróbica que permitió la obtención de biogás, utilizada en la misma planta para la alimentación de las calderas durante el proceso de cría de las algas, es decir, que reemplaza los combustibles fósiles por metano; y se encuentra en etapa de desarrollo el trabajo sobre las paredes celulares de las algas cultivadas para obtener biotenol.
“Comparado con la soja se obtienen 400 litros de aceite por hectárea, mientras que con las algas, se obtienen 100.000 litros de aceite por hectárea”, lo que deja de lado la competencia entre combustibles y alimentos.
Para completar la ecuación de todo el proceso, la planta cultiva un tipo de algas que requiere agua de alta concentración de sal, la cual se obtiene del acuífero Hipo Puelche, a unos 150 metros por debajo de la superficie, que por su alta salinidad no puede ser utilizada para el consumo ni para la producción industrial. Pero tras el proceso de cultivo, las mismas algas absorben la sal y permiten obtener una agua purificada que si bien no es apta para el consumo humano sí puede ser utilizada para otros fines.
El éxito de este emprendimiento dará lugar a una segunda etapa en un predio lindero para la obtención de 240.000 toneladas anuales, es decir, cuatro veces más que el proyecto de inminente puesta en marcha. Allí se levantarán unos 2.000 invernaderos en un predio de 300 hectáreas.
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